El tiempo deja sus huellas en el campanario… ese, que tras largos años ha sonado en bodas, bautizos, muertos y fiestas... y continúa allí fuerte con sus campanas de acero resquebrajado, esperando para el próximo cántico de la Iglesia de Catuaro
El tiempo deja sus huellas en el campanario… ese, que tras largos años ha sonado en bodas, bautizos, muertos y fiestas... y continúa allí fuerte con sus campanas de acero resquebrajado, esperando para el próximo cántico de la Iglesia de Catuaro
Quisiera ser mariposa para revolotear cerca de los míos, aletear el colorido de mis alas con tenacidad por los aires, distraer sus miradas y arrancarles una sonrisa con el milagro de la vida.