Desde que Aran está “más grande” Àfrica quiere interactuar más con él, jugar, abrazarle, besarle… y ahora nos ha dado porque los fines de semana ambos se meten bajo nuestras sabanas y jugamos, y hacemos “mandras” (nos ponemos perezosos) y la verdad que es un momento bonito!, yo no estoy con mi mejores trajes, ni mi mejor cara, pero aseguro que mi alma sí que está vestida de brillantes!